Bienvenidos


Son momentos excepcionales los que nos llevan a tomar decisiones extraordinarias que cambiarán nuestra vida, sean erróneas o correctas, y que trazarán el rumbo a seguir, el camino sobre el cual hacer posibles nuestras aspiraciones, nuestros sueños, nuestras ilusiones, nuestros proyectos. Son esos momentos, son esas decisiones las que, de un modo u otro, fortalecen nuestro carácter y nos hacen duros como rocas, firmes y sólidos si sabemos actuar como corresponde. Es decir, es en esas encrucijadas donde podemos demostrar, a nosotros mismos y al mundo entero, de qué materia estamos hechos. Y siempre, sin excepción, esa valía se demuestra siendo fieles a la decisión que, con sensatez, hemos tomado. Va nuestra honra en ello.

Allí es donde cruzamos nuestro particular Rubicón, donde, como César, arrostramos los riesgos por la gloria, la aventura por la victoria, la travesía por la meta. Sin desfallecimiento, sin empecinamiento, inteligentemente, con algo, por qué no, de picaresca, de audacia, de bizarría.Un momento donde nuestro propio ser nos exige no volver la vista atrás so pena más grave que la de convertirnos en una estatua de sal: nos transformaríamos en una sombra de nosotros mismos, en un eco resonando, en figuras vacías que el caprichoso viento mecería indolentemente.

Cruzar el Rubicón es simple, tanto como la sola decisión de hacerlo o no hacerlo; y difícil, enfrentando el futuro desconocido en el margen contrario de la corriente con la comodidad, esa suntuosa tentación paralizante, de la orilla de acá. En un instante lo cambiamos todo por nuestra decisión, por nuestra voluntad de huir del conformismo. Y, una vez recorrido el estrecho tramo que variará todo, podremos sentir en nuestra espalda el calor de las llamas de nuestras naves que arden, hispánico modo de cruzar rubicones.

Con esa intención y con esa sugestión nace Cruzando el Rubicón, un diario online que no depende más que de la veracidad y de la honradez de sus autores, sin intereses espurios ni injerencias torticeras. Sean todos bienvenidos a esta travesía que, sin duda, nos deparará una nueva forma de entender el mundo recuperando una antigua forma de entender el ser humano.

Cruzando el Rubicón

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