viernes, 23 de marzo de 2012

El cambio andaluz

Con el paso de los años, el inicio de un artículo de este tipo ha ido cambiando. Hace apenas 20 años empezaríamos diciendo que "el lunes nos levantaremos conociendo el resultado de las Elecciones Andaluzas". Hace una década, escribíamos que "el domingo nos acostaremos" con el mismo conocimiento. Y hoy decimos que el próximo 25 nos sentaremos a cenar sabiendo qué ha salido de las urnas. Y las opciones son las que son. O una victoria pepera por mayoría absoluta -o por mayoría casi absoluta conjugada con la entrada de UPyD en el Parlamento- o una derrota dulce sociata que le permita apoyarse en Izquierda Unida -una vez que contenten con algo a Sánchez Gordillo, que en principio se opone- para mantener el Gobierno.

La principal duda está en comprobar cuánto voto pierde el PSOE tras los escándalos de corrupción que -por fin- se están publicando en los últimos meses. Y, algo en lo que no se está reparando al norte de Despeñaperros, la traducción en votos de la rebelión que los funcionarios de la Junta tienen en marcha desde hace unos años, en paralelo a la acelerada descomposición del régimen.

El lema del Partido Popular, seguramente el encargado de formar gobierno en unos días, es "El cambio andaluz". Ya saben que para los peperos de los últimos años no hay mayor inspiración que los lemas del primer felipismo. Cosas veredes. Y el lema del Partido Socialista es "por el camino seguro", sin indicar la dirección del mismo.

Pase lo que pase en las urnas, creo que en Andalucía van a cambiar cosas en el sentido en el que se están anunciando en campaña. Creo que va a disminuir el expolio de dinero público, y que esto ocurrirá gane quien gane. Entre otras cosas porque casi no queda dinero público que expoliar. Creo que va a haber recortes en todos los servicios. Gane quien gane. Entre otras cosas porque, por lo dicho anteriormente, no hay cómo pagar esos servicios. Creo que va a haber una poda que elimine tanta rama inútil de la administración. Gane quien gane. Pero seguimos con lo mismo: Porque no hay para seguir dejándolas crecer.

Ahora bien, el día 26, y el 27, y el 28, y todos los que vengan después, Andalucía seguirá, gane quien gane, defendiendo un Estatuto que habla de realidad nacional. Andalucía seguirá teniendo una Televisión que es la causa principal de la extensión de los tópicos despectivos sobre los andaluces. Andalucía seguirá manteniendo una estructura elefantiásica, como tiene hasta la más modesta comunidad. Seguiremos viendo cómo a nuestros niños se le enseña a celebrar efemérides vacías y emocionarse oyendo a Rocío Jurado mientras ondean los colores verde, blanco y verde... a la vez que a los colores rojo y gualda sólo se les anime cuando haya deporte de por medio. Seguiremos recibiendo en las inocentes mentes infantiles el veneno de las ocurrencias de un tal Infante. Seguiremos midiendo la educación de la Región en términos cuantitativos, comparando notas con nuestros vecinos, en lugar de cualitativamente. Una Educación, además, que será convenientemente intervenida para que a los niños se les indique qué es válido y qué no a la luz de la sacrosanta partitocracia y el consenso. Parte del dinero que los andaluces paguemos teóricamente para mantener una atención sanitaria pública y de calidad se seguirá destinando a experimentar y descuartizar seres humanos...

Y seguiremos marcando diferencias con este y aquel español, nacidos ellos junto al Tajo, al Ebro, al Duero o al Sil en lugar de junto al Guadalquivir.

Gane quien gane. Porque todos los que pueden ganar defienden tales cosas. Punto por punto y de manera explícita. Seguiremos, en suma, alimentando la espiral a la que el Estado de las Autonomías nos ha llevado en las últimas décadas.

Pero ¿es que no ha mejorado nada en estas décadas? Hombre, pues sí. Como decía al principio, ahora nos ahorramos una noche de intriga.

El cambio andaluz que nos ofrecen ocurrirá. Gane quien gane. Pero ¿es ése el cambio que queremos y, sobre todo, que necesitamos?

Gonzalo García

2 comentarios:

  1. La "pichá" de reír que te estarás pegando hoy a costa del personal...

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  2. Sobre todo a costa de Zoidomán. La provincia clave, la que se iba a ganar por primera vez, la que iba a dar la llave... 8 puntos de ventaja para el PSOE.

    Y ya sabes, la culpa de que todo vaya mal no es de quien no tiene capacidad de arreglo sino de los que los miramos con desprecio y no les votamos.

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