miércoles, 28 de marzo de 2012

Huelga general contra los trabajadores

Necesariamente, la huelga de mañana va a ser un fracaso si se establece éxito o fracaso en términos de seguimiento. Necesariamente porque hoy son más los trabajadores españoles que necesitan un trabajo que los que pueden protestar por las malas condiciones laborales del que ya poseen. Sin embargo, las dos centrales sindicales mayoritarias podrán darse con un canto en los dientes si consiguen que los españoles secunden una huelga por sus derechos, es decir, por sus privilegios, que de esto es de lo que en realidad va esta huelga.

El problema es que si la huelga es un derecho de todo trabajador, debería ser su libre albedrío el que tomase la decisión de si jugar o no a quedarse en casa. Pero el pobre trabajador español no tiene tanta suerte. Sobre el papel constitucional, sí, naturalmente, pero es que ése lo aguanta todo. En la práctica, no.

Las presiones vienen de un lado y del otro, nunca del suyo. Al tradicional de los piquetes “Hoffa” hay que sumar ahora la difícil situación en la que nos han colocado nuestros dirigentes políticos. Es una presión a la vieja usanza “Corleone”, velada. Salvo los liberados sindicales, al resto nos quedará la duda de si por secundar el paro no ingresaremos en una de esas listas negras para futuros despidos. El miedo es libre y nadie puede despejarla sombra de la duda por más que nos expliquen sesudos abogados laboralistas que no es legal despedir a nadie por no ir a trabajar el 29. El 29, no pero ¿yel 30?, ¿y en Junio? Total, entre Hoffa y Corleone nos darán el día.

De la huelga sólo sacan tajada Toxo y Méndez: el Gobierno no dará la vuelta a las reformas emprendidas -razón que se esgrime como motivo para la convocatoria pero que no engaña a nadie-, así que, fuera de una jornada de banderolas y cierres echados, el 30 iremos a trabajar con la sensación de que no ha cambiado nada. Eso sí, tendremos un largo fin de semana para comentar el tema, dar cifras de seguimiento y de pérdida de miles de millones en actividad económica, hablar de los agredidos, de los incumplimientos en los servicios mínimos y demás zarandajas. Nada que realmente valga la pena. No habremos ganado nada porque no se peleaba por nada.

Vuelve la cuestión de qué hacer para que no se deteriore más la cosa y sólo se nos ocurre plantearle una huelga general al sistema, una huelga secundada por empresarios y trabajadores contra la casta política y la élite bancaria, verdaderos artífices de nuestros males. Tirar el sistema basado en la explotación de las personas requiere no un día de huelga sino una lucha activa, no de paros, contra el sistema; requiere de una auténtica revolución de la que cada día que pasa estamos más cerca y que, para qué negarlo, comportará sacrificios personales. Sin embargo, éstos serán mucho menores que la soterrada amenaza de permanente humillación que pesa sobre nuestras cabezas.

Termino con un hecho curioso. Circula en estos días por la red una graciosa fotografía de uno de tantos bazares chinos de nuestro querido país. Creo que se trata de un montaje de algún cachondo pero no siendo real desenmascara un sentimiento generalizado. La fotografía muestra el escaparate de un “todo a cien” perfectamente pertrechado para el día de la huelga gracias a la visión oportunista, rápida y genial para los negocios de los descendientes de Confucio. Hay dos banderas republicanas en la puerta, pancartas de “NO a la reforma laboral” y un cartel con el precio de ambos artículos: “Bandela 3€; pancalta 2€” -en esto se comprende que es un montaje, en creer que los estúpidos chinos escriben como pronuncian y confunden la 'l' con la “r”-. Al otro lado de la puerta un gran cartel advierte: “Día 29,abielto”. Desternillante lo de ofrecer una vela a Dios y otra al diablo pero, fuera del chiste, el sustrato general de que los chinos, que sí saben lo que se hacen y por eso son segunda potencia económica del mundo, jugarán una vez más al despiste y ofrecerán los productos a demanda sin perder la ocasión favorable de la venta. Otra vez el complejo instalado del nuevo paraíso capital-marxistade la nueva China, Walhala del empresariado occidental y patrio.

Juan Manuel Pozuelo

3 comentarios:

  1. Mañana llegaremos al culmen del estado del bienestar en España, un momento jamás soñado y sin embargo alcanzado:
    Los españoles acatando a rajatabla el mensaje sindical: "¡Y ahora sin más preludio, a tomar cervezas y a vivir!", y mientras, los chinos trabajando. Insuperable.

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    1. Atrevido por mi parte porque juego con la ventaja de escribir este comentario tras 13 horas y 20 minutos de huelga. Los chinos, doy fe, están trabajando; y los demás, también. La huelga, como dice el artículo, ha sido un auténtico fracaso y debería suponer la dimisión de Toxo y Méndez y de todos aquellos responsables políticos que han alentado esta majadería de huelga. ¿Cómo va a triunfar un huelga general cuando hay 5.200.000 parados? ¿Estamos locos? Una muestra más de la desafección del pueblo para con sus representantes, sean políticos o sindicales. Con cada una de estas demostraciones de estulticia la democracia queda un poco más dañada.

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  2. Lamento que este blog hoy haya ido a la huelga

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