miércoles, 28 de marzo de 2012

Morenés apuntilla al Ejército

El ministro de Defensa, Pedro Morenés, anunció ayer una reducción en el presupuesto de las Fuerzas Armadas de entre el 12 y el 14%-alrededor de 1.000 millones de euros-. Como justificación para este recorte tan radical en algo tan importante como es la defensa, el ministro invocó,entre otras causas, a la crisis económica y a la deuda del Ministerio -casi toda en compra de sistemas de armamento-. También aseguró que mantendrá el ingente esfuerzo económico para mantener nuestras tropas en las misiones internacionales y que recortará fundamentalmente de lo “no operativo”, enpalabras del ministro.

Conviene, al ser ministro de España y más si es de Defensa, no confundir las churras con las merinas y no pretender que las FuerzasArmadas, raquíticas desde el anterior periodo de gobierno del PP, tienen responsabilidad en la crisis económica. Es razonable que, en una situación de dificultades económicas, los Ejércitos de un país recorten sus gastos. Pero sin olvidar en ningún instante el fundamental papel de estos Ejércitos para garantizar una vuelta al crecimiento sin injerencias extranjeras y sin amenazas.

Porque eso es algo que el ministro parece ignorar: la primera misión de las Fuerzas Armadas es la de la disuasión. Tener unos Ejércitos fuertes garantiza nuestras inversiones en el extranjero y protege nuestros intereses allí donde éstos sean dañados. Sin necesidad de entrar en guerra con nadie: la sola existencia de unos Ejércitos modernos, preparados y fuertes solventaría muchos problemas estratégicos que, ésos sí, tienen parte de culpa en la crisis económica por la que atravesamos.

No es función del Ejército, sin embargo, ser usado para cubrir intereses de otras naciones a miles de kilómetros de distancia, como ocurre en Afganistán o el Líbano, sin que España obtenga ninguna ventaja por hacerlo, antes bien, tenga que pagar elevadísimas sumas por mantener a cientos de soldados en el otro lado del mundo. Es en eso donde el Ministerio sí podría recortar: haciendo un análisis más objetivo y menos torticero sobre prioridad en las misiones internacionales en función de los propios intereses.

Por otro lado, el ministro Morenés quiere dar la puntilla a la Academia de Suboficiales en el Talarn argumentando que no es necesaria y amenazando a otras instituciones académicas castrenses con seguir el mismo camino de desaparición. Y es repugnante observar cómo se retuerce la realidad para llevar a cabo lo que no es sino el pago de un ya viejo y repetido chantaje con los separatistas catalanes -la Academia de Suboficiales se encuentra en Lérida-.

Finalmente, resulta indignante que se quiera recortar en algo tan importante -y tan raquítico, como ya decíamos más arriba- para la nación española como en su defensa mientras que en otras partidas mucho más abultadas e infinitamente más prescindibles o no se reduce o se hace de forma insuficiente -el mantenimiento del manirroto Estado autonómico es el ejemplo más claro y más sangrante-. En definitiva, no cabe justificación alguna para que los recortes de Defensa puedan afectar al espíritu mismo de nuestras Fuerzas Armadas mientras se cede, al mismo tiempo, a chantajes de separatistas o intereses de potencias extranjeras. Y mucho menos en tiempos de crisis.

Cruzando el Rubicón

1 comentario:

  1. "Es razonable que, en una situación de dificultades económicas, los Ejércitos de un país recorten sus gastos. Pero sin olvidar en ningún instante el fundamental papel de estos Ejércitos para garantizar una vuelta al crecimiento sin injerencias extranjeras y sin amenazas".
    Y sobre todo por una cuestión de lógica y de coherencia. Si el año pasado nos gastamos 10€ en nuestras tropas hay que suponer que fue porque lo creímos absolutamente necesario para nuestra defensa. O despilfarramos entonces o estamos con el culo al aire ahora

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